martes, 6 de febrero de 2018

Post genérico de un blog malo

A veces en las comedias románticas un personaje describe un detalle ultra específico de la persona que ama, por ejemplo en Shrek 4, Shrek le dice a Fiona algo como que sabe todo sobre ella, la forma en que cada vez que mira una estrella fugaz hace un gesto específico con la cara y con la mano, no me acuerdo cuál, y eso que la estoy viendo en este momento pero fumé demasiado cripi. Tampoco se me ocurre otro ejemplo. Ah, sí. En 500 Days of Summer (me niego a escribir 500 entre paréntesis), esa parte donde Joseph Gordon-Levitt describe la forma en que Zooey Deschanel hace un montón de hueás genéricas con partes de su cuerpo que en verdad dan lo mismo porque el final de esa película es horrible.
Lo que quiero decir es que no puedo recordar ningún detalle específico que me guste de mi novia, o de cualquier persona con la que haya estado, que sea tan específico como en las películas. Y eso sólo puede significar dos cosas: la vida no es como las películas, ergo: he desperdiciado mi vida, o: nunca he amado realmente a nadie, ergo: soy una pésima persona, he hecho perder el tiempo a toda la gente que ha tenido la desgracia de cruzarse en mi camino, debería suicidarme por decir ergo, quién me creo que soy.
Ahora, también hay una tercera posibilidad, si pensamos fuera de la caja, ya saben a lo que me refiero, esa frase que obvio que suena mejor en inglés. Y es que estoy demasiado drogado en cripi y demasiado ebrio (sí, también estoy ebrio, lo siento, no sé por qué no lo dije antes, creo que sentí miedo a ser juzgado por un vicio que, no sé, ¿cómo puedo ser culpable de mis vicios? ¿Acaso Woody Allen es culpable de los suyos? Espera, obvio que sí es culpable, ¿por qué chucha no está preso? ¿Qué hueá está pasando? Por favor ayuda) como para juzgar eso de lo que estaba hablando hace rato, ¿qué era? Ah, sí, hueás ridículamente específicas sobre la persona que amas, o sea, qué chucha. Obvio que siempre haces cosas diferentes, la forma en que mueves tus cejas al leer un poema no es la misma siempre, ¿cómo podría serlo? ¿QUÉ CLASE DE SOCIÓPATA TENDRÍA LAS MISMAS EXPRESIONES CORPORALES SIEMPRE?
Bueno, ya me calmé. Gracias por acompañarme en esta travesía, nos vemos cuando vuelva a escribir en este blog en tres años más.
PD: se viene Super Justiciayamentiraperdón.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Hablemos de la droga (una obra escolar)

La obra que van a leer, fue escrita con la intención de ser presentada en los colegios para generar consciencia sobre la droga, con el auspicio del Ministerio de Educación y todo. Lamentablemente, por diferencias creativas el proyecto nunca se pudo concretar. Lo publico aquí para que los entusiastas, presenten esta obra en los colegios, en las calles, en las plazas, en los barrios, en las poblaciones, ¡tomémonos los espacios públicos! ¡Llevemos el arte a la gente!

Antonio y Antonia están en la esquina de una calle cualquiera, en un barrio cualquiera. Antonia saca un cigarrillo de mariguana.

Antonia: Antonio, ¿quieres probar las drogas?
Antonio: No lo sé, Antonia. ¿Cómo se siente?
Antonia: Se siente bacán.
Antonio: Bueno, dale.

Antonio comienza a fumar.
Detrás de un efecto de luz y humo, aparece Zap, el alienígena que todos quieren. Tiene lentes oscuros, chaqueta de cuero y un cabello de ensueño.

Zap: ¡Hey! ¿Qué están haciendo mis N-words?
Antonia y Antonio: (asustados) ¡Nada! ¡No estamos haciendo nada!
Zap: ¡Estaban consumiendo drogas!
Antonia: ¡Sí! ¡Es verdad! ¡Antonio es un drogadicto!
Antonio: ¿Qué hueá?
Zap: Así que estás drogándote, Antonio...
Antonio: ¡No! ¡Pero...!
Zap: Tranquilízate, Antonio, no estás pensando con claridad, ¡estás drogado!
Antonio: Estoy tranquilo, Zap.

Zap le da una cachetada a Antonio.

Zap: ¡CÁLMATE!
Antonio: Yo estoy re piola.

Zap vuelve a cachetear a Antonio.

Antonio: Cashual.

Zap cachetea tanto a Antonio que Antonio cae inconsciente.

Antonia: (cagá de miedo) ¡Qué recontrachucha!
Zap: Hablemos de la droga.
Antonia: (llorando) ¡Por favor, Zap, no me hagas daño!
Zap: Jaja, tranquila. Mira, tú eres joven todavía, pero déjame decirte una cosa.
Antonia: (se tranquiliza) ¿Qué cosa...?
Zap: Son pocas las tragedias que vas a tener en tu vida. Una de ellas puede estar relacionada con la droga. Verás, hay veces en que estás fumándote uno bueno y te atoras, y pasa que cuando te atoras, toses y... ya sabes.
Antonia: ¿Qué?
Zap: Si sigues consumiendo mariguana, te va a pasar que un día vas a estar con todos tus amigos drogándote y te vas a poner a toser y de la tos te vas a tirar el manso peo. Va a ser súper vergonzoso.
Antonia: ¿De qué estái hablando?
Zap: A todos nos pasa. A mí me pasó, a tu papá le pasó. Le pasó a todos nuestros presidentes. Y te va a pasar a ti...

Un señor del público se pone de pie.

Señor del público: Perdón, pero... ¿qué mierda está pasando? ¿Qué tiene que ver esto con generar consciencia sobre la droga?
Zap: Señor, siéntese.
Señor del público: No, pero es que al principio parecía tener sentido pero qué es esta hueá de los peos.

Se pone de pie una señora.

Señora: Disculpe, señor.
Señor del público: ¿Sí?
Señora: ¿Usted es parte de la obra también?
Señor del público: ¿Por qué lo dice?
Señora: No, porque yo también soy parte de la obra, entonces quería saber si esta era la parte en que me tocaba hablar.
Señor del público: No, todavía no.

La señora se sienta. Se pone de pie un niño.

Niño: A ver, ¿son todos parte de la obra?

Se pone de pie un palo blanco.

Palo blanco: No creo, eso no tendría ningún sentido.

Se pone de pie un hombre con problemas de ira.

Hombre con problemas de ira: ¡Yo creo que tú dices eso porque eres un palo blanco!

Se pone de pie una mujer racional.

Mujer racional: En ese caso tú también serías parte de la obra.

Se pone de pie un astronauta.

Astronauta: Esto se parece un poco a algo que hizo Leo Masliah.

Se pone de pie Jesucristo.

Jesucristo: Sí, La Tragedia de ir a ver el Titanic. Vamos a escuchar esa hueá mejor. Estamos puro hueviando.

Se pone de pie Bob.

Bob: Vamos a ver el Titanic mejor.

Se pone de pie Diane.

Diane: Yo no la he visto pero me da paja verla porque ya me sé el final.

Se pone de pie Jeffrey.

Jeffrey: A mí igual me da paja.

Se pone de pie Stephanie.

Stephanie: A mí no.

Se vuelve a poner de pie la señora.

Señora: No me acuerdo lo que tenía que decir.

Y así se van poniendo todos de pie, hasta que se pone de pie la última persona.

La última persona en ponerse de pie: Igual, hay que estar muy drogado para escribir algo así, ¿o no?

miércoles, 6 de enero de 2016

Vida sana.

Ese día me desperté temprano, completamente decidido. Se acabó, ya toqué fondo o al menos ya estuve lo suficientemente cerca y me gustaría llegar a viejo. No más alcohol, no más comida chatarra y no más mariguana, bueno, mariguana a lo mejor sí. Pero nada de pizza ni papas fritas ni beber alcohol todos los días ni usarlo como excusa para poder dormir o hablar por teléfono sin sentir ansiedad o para hacer amigos, eso nunca más, señoras y señores.
Me puse lo más parecido que tengo a ropa deportiva y salí. Afuera, a pesar de ser las siete de la mañana hacía un calor de los mil demonios. Demás está decir que no aguanté ni una cuadra sin sentir que me estaba muriendo, pero seguí corriendo, esta sensación era buena, morir significaba renacer, como un ave fénix atlética y libre de vicios, aunque esto no es verdad, todo se puede transformar en vicio, incluso para un pájaro en llamas.
No sé cuánto rato estuve corriendo, seguramente no más de treinta minutos pero yo los sentí como cuarenta días y cuarenta noches. Al llegar a mi casa con los pies adoloridos, las piernas tiritando y bañado en sudor, me dejé caer en el sillón. Mi respiración era agitada, cualquiera que me hubiera visto habría pensado que estaba teniendo un ataque de pánico, sin embargo era otra cosa lo que me pasaba, estaba experimentando eso de lo que habla la gente que acostumbra hacer ejercicio y que en otro momento de mi vida (dos días antes) me parecía un absoluto fraude. Me sentí tranquilo, no, no es eso lo que quiero decir, es algo que sentía por primera vez en mucho tiempo, no importaba que me doliera el cuerpo, me había propuesto algo y lo había hecho. La palabra que estoy buscando quizás es plenitud, quizás no, pero digamos que es plenitud mientras intento acordarme. Bueno, fue un instante de plenitud seguido inmediatamente por una sed tremenda. Abrí el refrigerador en busca de hielo que ponerle a un vaso con agua y ahí estaba, una botella de cerveza que había sobrado del día anterior, cuando decidí llevar una vida sana y por lo mismo, tuve la obligación de hacerme mierda por una última vez. Recuerdo que comí papas fritas, bebí una cerveza y luego un vodka y luego a las tres de la mañana se me calentó el hocico y partí en busca de más cerveza, compré dos y aparentemente me tomé una y me dormí antes de tomarme la otra que ahora estaba ahí en el refrigerador mirándome con sus ojos seductores. Mientras analizaba la situación y sus variables (el calor, el cansancio, lo terrible que sería tirar la cerveza a la basura habiendo niños en África que se mueren de hambre) ya me había tomado la mitad. Me la terminé y como no había comido nada me pasaron dos cosas: me embriagué un poco y pedí una pizza que me comí a la velocidad de un ex presidario, la pizza me hizo volver a la sed y la sed al lado oscuro de la fuerza. Compré dos cervezas más y me dormí en el sillón como un bebé.
Ahora me acuerdo, la palabra era vivo. Me sentí vivo.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Planes para el futuro.

Voy a hacer el mejor cómic de la historia y después me voy a suicidar. Va a ser genial. Tendrá dos o cuatro viñetas y será tan bueno que algunos críticos le llamarán el Rayuela de la tira cómica. Una obra maestra sin duda alguna.
Ustedes ahora no pueden concebir una realidad así, pero déjenme decirles que este cómic será para toda la familia, los hará reír y llorar. O mejor dicho, les provocará un espasmo de felicidad y melancolía. Se arrancarán las ropas desesperados, como si su mente intentara decir algo y sus manos sólo atinaran a desnudarse. Saldrán corriendo de sus casas en dirección desconocida y después de horas recorriendo la ciudad, acabarán varados muy cerca de donde viven, lo más raro es que el lugar les parecerá desconocido. "¿Estuve aquí alguna vez?" se preguntarán. Se sentirán extraños, con una sensación similar a la nostalgia. Al día siguiente despertarán cambiados, personas nuevas y mejores. En una comisaría, eso sí, por estar desnudos en la vía pública.
Por supuesto que el cómic lo escribiré en español y a pesar de que no incluirá juegos de palabras, su traducción será imposible. Aunque esto no impedirá que pueda ser entendido por cualquiera con el corazón puro. Una mujer al otro lado del mundo romperá un pacto de silencio de treinta años después de leerlo. Niños y niñas sin acceso a Internet mirarán al cielo y en las nubes podrán ver (o más bien sentir) el cómic del que todo el mundo habla. Demás está decir que varias figuras de la política pedirán disculpas públicas por todo lo que hicieron y procederán a presentar su renuncia.
Siglos después de su publicación, luego de que se realice una gran cantidad de estudios y teorías alrededor de esta tira cómica, sin que el paso de las generaciones lo note, reemplazará a la Biblia, el Corán, el Talmud, el Canon Pali, el Rigveda, el Furukotofumi, el Gurú Granth Sahib, el Avesta e incluso a esas revistas que reparten insistentemente los testigo de Jehová, convirtiéndose en el pilar fundamental de la Revolución. Habrá una guerra que acabará con la vida de millones. Los sobrevivientes renegarán de la sociedad y del Estado, se comenzarán a organizar en colectividades pequeñas donde el dinero no exista. Finalmente habrá paz en la Tierra... ¿pero por cuánto tiempo?
Calculo que cuando sea publicado, el manuscrito original costará entre cuarenta y cincuenta millones de dólares, duplicando y hasta triplicando su valor una vez ocurrido mi suicidio. Mi idea es regalárselo a alguno de ustedes. Aunque regalar no es la palabra, todo sería a cambio de amor. Así es, amor. Por cierta cantidad de tiempo, digamos, un año. No estoy hablando de amor romántico, ni mucho menos les estoy hablando de sexo. No importa si son hombres, mujeres o si se identifican con ambos géneros o si no se identifican con ninguno. Lo único que les voy a pedir, es que por un año finjan que me aman de manera convincente. Que se rían de mis chistes, que me digan que tengo razón todo el tiempo, a pesar de mis contradicciones. Que cuando terminen de comer lo que cociné, me digan que está rico. Que no se duerman si les muestro una película o una serie y que al pasar los créditos me hagan saber que tengo muy buen gusto.
Que me hablen hasta que me quede dormido mientras me acarician el pelo para que los malos pensamientos no me interrumpan el sueño y así no necesite más de la televisión o la música. Sean honestos, mírenme a los ojos y díganme la verdad, pero más vale que la verdad sea que soy un genio. No me hagan sentir solo, estén ahí, a mi lado, a una distancia razonable. Si lo necesitan les proporcionaré WiFi para que no se aburran. Cuando llore sin ninguna razón (que va a ser muy seguido) les voy a pedir que me cubran con una manta, me abracen y me digan que todo va a estar bien. Si estoy llorando con razón, apaguen la tele y díganme que deje de ver Forrest Gump, es tarde y mañana hay que levantarse temprano. Más o menos eso, el resto de los detalles los conversaremos en la entrevista.
Si estás interesad@, por favor envíanos una carta explicando por qué crees que te deberíamos elegir a Inés Matte Urrejola #1984 o al Fax que está apareciendo en pantalla.

martes, 20 de enero de 2015

14 consejos para tener en cuenta a la hora de hacer tiras cómicas.

Si estás leyendo esto es porque he muerto. No, mentira. Si estás leyendo esto es porque te gustan las tiras cómicas y tienes ganas de hacer una con tus propias manos. O quizás, ya publicas una pero te interesaría conocer otras perspectivas. Aunque lo más probable es que sólo tengas demasiado tiempo libre.
Como sea, primero quiero aclarar que ninguno de estos consejos habla sobre cómo dibujar (ya que no sé) ni cómo ganar plata con los cómics (NO SE PUEDE).
Otra cosa que es obvia pero que a veces es necesario recalcar, es que todo lo que diré a continuación es discutible, ya que al fin y al cabo son conclusiones mías que he ido sacando en todos estos años de hacer las cosas mal. Y por supuesto que no es la VERDAD ABSOLUTA, a pesar de que usaré términos como: siempre, nunca, todo, nada y verdad absoluta.
Habiendo hecho las aclaraciones pertinentes, comencemos:
  1. Si vas a hacer una tira con personajes, el primer cómic no puede ser el protagonista exponiendo su nombre, quién es y qué hace. Es aburrido y se ha hecho muchas veces. En estos casos lo mejor que puedes hacer es presentar al personaje a través de una situación cómica.
  2. No es necesario que la situación nos revele toda la información sobre el personaje, sólo lo básico: su nombre y sus características más importantes. Ahí tú decides qué es lo más destacable del personaje. En las tiras que siguen puedes ir desarrollando estas cualidades y mostrando otras.
  3. Ojo con el Efecto Condorito. Un personaje estándar que va cambiando de características acorde a la situación, no es un personaje (perdóname, Pepo).
  4. Ojo también con el efecto... ehm, digámosle Club de la Comedia.
    Desde hace unos años ha habido una explosión de personajes de una sola característica y en ocasiones, hasta de un sólo chiste que se va repitiendo a sí mismo en diferentes escenarios. Y si bien hay ejemplos notables y es posible hacer que funcione, hay que tener cuidado ya que el público engancha fácil con este tipo de personajes. Es un arma de doble filo, porque así como se popularizan rápido, también aburren rápido. Y aquí no hay mucho que se pueda hacer, el lector va a expresar su aburrimiento y te lo atribuirá a ti, dirá que se te están acabando las ideas y caerás en una profunda depresión. Lo que la mayoría de la gente hace en estos casos es expandir las posibilidades del chiste, poner al personaje en situaciones en las que normalmente no estaría. Por ejemplo, si tu tira se llama "Las aventuras del conejo triste", harás un cómic donde el conejo esté feliz, entonces el lector te dirá: "el conejo triste nunca haría algo así", "antes eras chévere", "este cómic ya no tiene sentido", etc. Haciéndote caer en una depresión aún más profunda, quizás tengas que empezar a tomar medicamentos o en el peor de los casos, internarte.
    Tal vez hay una "solución" para esto: un personaje plano puede funcionar si existe como una sección dentro de otras tiras cómicas. Como pasaba, por poner un ejemplo que no tiene que ver con cómics, con Katie Kaboom en los Animaniacs. Un personaje de una sola característica pero que nunca aburrió porque estaba dentro de un conjunto de personajes.
  5. Esto puede sonar un poco irónico considerando que el consejo 4 fue innecesariamente largo, pero: NO SOBRECARGUEN DE TEXTO SUS CÓMICS
  6. Tampoco sobreexpliquen, con que el personaje diga algo una vez se entiende y si algo puede darse a entender con la imagen, mejor. No dibujen una manzana y escriban "manzana" debajo. En serio. No es necesario. Una vez y listo. Sino la gente se aburre. No lo hagan. El lector no es tonto.
  7. En serio, no expliquen lo mismo muchas veces.
  8. Si estás haciendo tiras autoconclusivas de chistes inconexos (como la mayoría de mis cómics) no es necesario desarrollar al personaje. De nada nos sirve saber que es médico si no es relevante para el remate.
  9. Siempre hay que saber cuál será el remate. Una vez teniendo esto claro podremos cumplir con los puntos 5, 6, 7 y 8.
  10. Hay una razón por la cuál los chistes en las películas dramáticas resultan más graciosos que en las comedias, y eso es porque son pocos e inesperados. Hay dibujantes que les gusta que en sus tiras haya más chistes o cuestiones graciosas antes de llegar al remate y esto a muchos les puede resultar entretenido. Pero les aseguro que el remate tendrá más fuerza si todas las viñetas anteriores mantienen un tono serio. EL LECTOR NO TIENE QUE SABER QUE ESTÁ LEYENDO UN CHISTE.
  11. A veces también es interesante tomar una situación cómica cotidiana o algún chiste típico en particular y hacerle creer al lector que la gracia va por ahí, pero al final dar vuelta la situación.
  12. Los comediantes gringos suelen decir "comedy is all about timing", que según Google Translate significa: "la comedia es todo sobre el calendario", o sea que... ¿QUÉ? Bueno, filo. La hueá es que el tiempo es importante en la comedia. Y en los cómics eso se traduce como tiempo de lectura. Esto puede sonarle muy obvio a algunos pero sucede. Si un personaje está diciendo algo extenso es bueno dividirlo en más de una viñeta.
    Otra cosa que también es medio obvia, es que los personajes no tienen que estar hablando en todas las viñetas, a veces hay que darle un respiro al lector, dejar que los personajes se sorprendan, lloren, se expresen sin texto, potenciando el remate o incluso funcionando como tal.
  13. Hay algo que nos pasa a todos los que hacemos cómics y es que en ocasiones, caemos en el chiste fácil. Hablar de Facebook (o cualquier red social), las relaciones amorosas o hacer una crítica política muy universal sin quedar mal con nadie, son algunos de los pilares del facilismo. No hay mucho que aconsejar aquí, sólo tratemos de no hacerlo. No se crean el cuento de que ya está todo hecho, innovemos todo lo que podamos (eso va para mí también).
  14. Para ir cerrando, una verdad absoluta: LA INSPIRACIÓN NO EXISTE, es una excusa de los dibujantes flojos. No esperen que las ideas les lleguen del cielo. Más importante que tener una libretita para anotar esos chistes que se le ocurren en el metro es enfrentarse a la página en blanco durante una o dos horas a bocetear, a escribir. A inventar esos chistes poh.
Bueno, eso. Eso es todo lo que sé. No sé más cosas. Nada de nada. Ni siquiera sé restar fracciones (en serio).
Igual creo que dejé varias cosas en el tintero (¿ah? ¿Tintero? ¿Cómics? ¿Entienden?) Así que si tienen alguna duda o algo que aportar, háganlo. Discutiendo y creando podemos lograr que a futuro se hagan mejores cómics.
VIVA CHILE (mentira).